Muy mal parada quedó la embajada de Estados Unidos esta semana después de lanzar una alerta imprecisa a sus ciudadanos en Tegucigalpa, identificando unos lugares de presunto ataque y dejando otros escenarios de tiroteos en la nebulosa.
La alerta se extendió como pólvora en las redes sociales provocando un ambiente de temor colectivo y, afortunadamente, también produjo una serie de bromas políticas de significado profundo.
En Facebook, X y en WhatsApp, varios internautas comparan que Honduras con mensajes esos ya parece Estados Unidos, y otros reclamaron por qué la embajada anuncia tiroteos si en su propio país las autoridades no son capaces de prevenir las frecuentes matanzas colectivas.
Estados Unidos es, probablemente, el país más violento del mundo, porque produce armas masivamente para sostener guerras en el mundo y venderlas sin control a nivel interno a cualquier persona que las pague.
Miles de personas, incluyendo niños, niñas y jóvenes en escuelas y colegios, figuran entre las víctimas y frecuentemente entre los victimarios de esa violencia atroz.
Por eso precisamente la alerta gringa llamó la atención, porque fue metida en las redes sin haberla comunicado oficialmente a las autoridades nacionales, en una sociedad que no utiliza el terrorismo con fines políticos, ideológicos ni religiosos.
Esta inusual manera de comunicación de las nuevas autoridades de la embajada que preside el encargado de negocios Roy Perrin, ocurrió cuatro días después de que un marino de la base Soto Cano muriera de forma violenta después de una riña dentro de un bar en Comayagua.
La alerta sucedió exactamente el mismo día que Honduras esperaba un anuncio oficial sobre el TPS para 80 mil hondureños que llegaron a Estados Unidos en 1999 después del huracán Mitch.
La alerta amarillista, además, hizo recordar los días anteriores a las elecciones de Ricardo Maduro en 2002 y de Porfirio Lobo en 2009, que fueron precedidas de masacres colectivas por matones bajo control de asesores militares adeptos al partido nacional.
La alerta de Estados Unidos en Tegucigalpa fue lanzada también durante una semana plagada de videos propagandísticos del ex general golpista Romeo Vásquez, prófugo de la justicia por el asesinato de Isy Obed Murillo y por la tentativa de asesinato de al menos 13 manifestantes más en 2009.
En una rueda de prensa el miércoles, la ministra de defensa Rixi Moncada, afirmó precisamente que Romeo Vásquez es un vocero del bipartidismo haciendo campaña junto a los actores externos que lanzan alertas de inseguridad.
La información de inteligencia indicaría que el militar golpista dirige una banda criminal que permanece atenta a sus códigos virtuales para realizar acciones desestabilizadoras, entre otros ex miembros de la “mesa de crisis” que instaló el impostor Roberto Micheleti en 2009.
En pleno proceso hacia las elecciones generales del 30 de noviembre, una alerta de tiroteos, la declaración de la MS-13 como banda terrorista en Estados Unidos y el enmontañamiento clandestino del prófugo Romeo y sus sargentos, genera mucho más que suspicacias.
El riesgo de un golpe de Estado por las 10 familias exoneradas de impuestos desde 1980 es real, respira en la nuca de la democracia hondureña. Estos sectores golpistas que se alzaron con un millonario botín en 2009, conspiran permanentemente contra las elecciones, porque la tendencia actual en las encuestas no favorece a sus pobres candidatos Nasralla Salum y Asfura Zablah.
En coherencia con esa preocupación, la presidenta Xiomara Castro pidió también esta semana que la embajada de Estados Unidos sea más formal en sus maneras de comunicarse, porque ella misma fue sorprendida por la irresponsable alerta de inseguridad.
«No es posible que a través de mensajes en redes sociales manden alertas como esa de ayer diciendo que había peligro, generando zozobra. Hay que ser más formales, aquí vivimos en paz, y en Honduras no hay terrorismo», dijo con firmeza la mandataria.
Durante la inauguración de la cancha número 74 en la colonia Divanna de la capital, la presidenta coreó consignas alusivas a la inestabilidad inducida por los oponentes políticos a su gobierno. «Mientras ellos dicen conspirando, nosotros inaugurando. Mientras ellos dicen elucubrando, nosotros creando luz y esperanza».
Bueno, así las cosas, tenemos que estar alertas. Los sectores voraces a través de sus diputados detuvieron esta semana la aprobación de la ley de justicia tributaria en el Congreso, y tanto Asfura como Nasralla perdieron la primera encuesta internacional realizada después de la declaratoria de las primarias en abril pasado.
Si la derecha nacional no quiere justicia fiscal ni elecciones libres, limpias y democráticas, la derecha internacional debe cuidar las formas de la diplomacia y no utilizar las embajadas para ensuciar las aguas de Honduras. Que así sea.
Buenas noches