Ministra de Defensa Rixi Moncada visita el Museo Contra el Olvido en el marco de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido

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Tegucigalpa.- En el contexto de la conmemoración de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, la ministra de Defensa de Honduras, abogada Rixi Moncada, realizó una visita significativa al Museo Contra el Olvido, ubicado en Amarateca.

Este museo es un espacio dedicado a preservar la memoria histórica de las víctimas de desaparición forzada y tortura ocurridas durante la década de los 80, uno de los períodos más oscuros en la historia reciente del país.

El Museo Contra el Olvido fue, en los años 80, una cárcel clandestina donde se cometieron graves violaciones a los derechos humanos. Hoy en día, es un lugar emblemático que alberga documentos, fotografías, testimonios y evidencia que dan cuenta del sufrimiento y las pérdidas de cientos de familias hondureñas. Este espacio busca fomentar la reflexión, la memoria y la promoción de una cultura de paz, justicia y reparación.

Durante su recorrido por el museo, la ministra Moncada sostuvo un emotivo encuentro con Berta Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).

Ambas líderes destacaron la importancia de fortalecer los mecanismos de verdad, justicia y memoria histórica como pilares esenciales para garantizar que los hechos ocurridos no se repitan, y para que las víctimas y sus familiares reciban el reconocimiento y la reparación que merecen.

En sus palabras, Moncada enfatizó “el reconocimiento a las víctimas y el compromiso con la memoria histórica son pasos esenciales para construir una sociedad más justa y democrática”.

Además, resaltó la importancia de que el Estado hondureño reafirme su compromiso con la defensa de los derechos humanos y con la promoción de una cultura que evite la repetición de tales actos de violencia.

La visita, que fue transmitida en vivo por Canal 8, mostró el compromiso de la ministra y del gobierno con la memoria histórica y la justicia social.

La ministra expresó que acciones como esta son fundamentales para honrar a quienes sufrieron tortura y desaparición forzada, y para mantener viva la memoria colectiva de la nación.

Este acto simbólico refuerza el compromiso de Honduras con la construcción de un futuro basado en la paz, la justicia, y la reparación, y con el reconocimiento de los derechos humanos como eje central de una sociedad democrática y respetuosa.