Tegucigalpa. – En ocasión del que sería el 78° aniversario del natalicio del maestro y revolucionario hondureño Tomás Nativí Galvez, su nieta Berta Elena Nativí, compartió un emotivo escrito donde rememora el legado de lucha de su abuelo y reafirma su compromiso con la memoria histórica y la defensa de los derechos humanos.
Tomás Nativí Galvez, nacido el 6 de junio de 1947 en el Hospital de La Tela Rail Company y criado en El Progreso, Yoro, fue una figura clave en la organización estudiantil y la resistencia política en Honduras.
Se graduó como maestro de educación primaria en 1967 y fue fundador de la Federación de Estudiantes de Segunda Enseñanza (FESE) y del Frente Estudiantil Socialista (FES).
Además, se desempeñó como miembro de la Comisión Política y Secretario de Organización del Partido Comunista de Honduras (PCH), y fue Coordinador General de la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP).
El 11 de junio de 1981, Tomás fue víctima de desaparición forzada junto a su compañero Fidel Martínez, un crimen que permanece impune y que forma parte del expediente de 184 casos documentados por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
En su mensaje, Berta Elena destacó la vocación intelectual y artística de su abuelo, así como su incansable compromiso por combatir la desigualdad y la opresión.
«No hay oligarquía ni falsos profetas que provoquen en mí profanar su nombre», expresó con firmeza, subrayando que Tomás luchó contra un sistema injusto que aún afecta a muchos hondureños.
La nieta del líder revolucionario también hizo un llamado a la conciencia internacional, denunciando las desapariciones forzadas como crímenes de lesa humanidad y estableciendo paralelismos entre la represión vivida en Honduras y otros episodios de violencia histórica, como el holocausto.
Aprovechó la ocasión para solidarizarse con el pueblo palestino y exigir un alto al fuego en Gaza, apelando al respeto por los derechos humanos y la vida.
“Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, concluyó, reafirmando la vigencia del pensamiento de su abuelo y su propia determinación de mantener viva la memoria de quienes dieron su vida por un país más justo.
Con esta conmemoración, Berta Elena Nativí busca no sólo rendir homenaje a su abuelo, sino también alzar la voz por los desaparecidos, por los pueblos oprimidos y por las nuevas generaciones que aún enfrentan desigualdad y represión.
Tomás vive, y la lucha sigue.
