Un proyecto de COFADEH para recordar a las víctimas de desapariciones forzadas: La Ruta de la Memoria Histórica

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En la comunidad de El Reventón se encontró un cementerio clandestimo

PROAH

Hoy, 30 de agosto, se celebra el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

Para conmemorar a las 184 víctimas desaparecidas durante los 80 y 90 en Honduras, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) inició el proyecto Ruta de la Memoria Histórica”, un recorrido a diferentes lugares emblemáticos de la política de terror del Estado en esta época que obedecía a una estrategia claramente estructurada, usando una violencia cruel bien calculada.

Personas que soñaban con un futuro mejor fueron detenidas ilegalmente por ser insurgentes o en oposición a la política del Estado por la COBRA (Policía Antisubversión), la TESON (Tropas Especiales para Operaciones de Selva y Nocturnas) o por el Grupo de los 14 (escuadrones de muerte del Batallón de Inteligencia 3-16).ruta_memoria

Siguiendo la Ruta de la Memoria Histórica se encuentran lugares en donde estas personas fueron detenidas, torturadas y clandestinamente enterradas.

El punto de partida es la oficina de COFADEH, donde no sólo está su centro documental, sino también paredes llenas de imágenes de personas desaparecidas, padres, madres, hijas, hijos, hermanas y hermanos que desaparecieron. Pocos volvieron. No hay suficiente espacio ni palabras para expresar el dolor y la desesperación de las familias que jamás van a saber lo que pasó con sus seres queridos ni dónde están enterrados.

Después de visitar la Plaza de la Merced, donde desde 33 años Cofadeh protesta cada primer viernes del mes contra esta desaparición forzada, se sigue la Ruta. Se enfrenta a lugares horrorosos como la casa del terror, situada en la finca de Amilcar Zelaya en Amarateca, en la cual las personas detenidas soportaban torturas brutales inimaginables antes de sufrir una muerte cruel.

Se constata que el portón del Hogar el Diamante, en aquel tiempo campo de la Contra Nicaragüense, tiene las estructuras idénticas al portón de la finca en Amarateca. Ahí hay otra vez un lugar, en el cual los detenidos fueron torturados. En este Hogar se sospecha que hay un cementerio clandestino cerca de la cuesta del Río Frío.

Y se constata que la violencia es estructural y sigue en el presente, aplicada de otra manera, pero siempre conforme a la estrategia de un Estado que no respeta los derechos humanos.

La última estación de la Ruta es el Hogar contra el Olvido, sitio inolvidable por emitir una aura tranquila llena de luz y de paz. El recuerdo de todas las personas desaparecidas se queda vivo, intangible, esperando la verdad.