Los símbolos del Colonialismo y el acto transgresor de hacer una canción basada en el Himno Nacional

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Karla Lara/cantora y comunicadora popular feminista

“Lampo de Cielo” se llama la canción que yo interpreto desde el 2009, unos meses después del golpe de Estado de ese año, acepté interpretarla como un acto transgresor y de resistencia necesario frente al chocante acto del golpe y los golpistas rezando y cantando el himno en el Congreso Nacional, la persecución posterior que cobró vidas y sufrimientos a quienes nos opusimos, y porque el arte es libertad y esa forma en la que la compuso su autor me parece dulce, amorosa y potente, como es la resistencia al poder mas rancio y conservador de este lugar que hoy conocemos como “Honduras”. Y la gente la comenzó a llamar “el himno en la versión de la resistencia” y eso a mi siempre me ha llenado de orgullo, porque ha sido un aporte desde el arte popular en la construcción de nuestra memoria histórica en la lucha contra el golpe de Estado.

Ya en el 2009 hicieron pataleo colonizadores/saqueadores y colonizados/saqueados felices, destilaron su odio, amenazaron con atacarme públicamente de encontrarme por haber tocado el sacrosanto símbolo patrio, así que les invito a que pongamos en debate qué intereses y privilegios se sostienen detrás de los símbolos patrios y del relato que hace el himno nacional de Honduras, escrito por un político y poeta de su época, Augusto C. Coello y quien lo musicalizó, el alemán, Carlos Hartling, en 1903.

En el relato de la historia venida del norte, Europa y Estados Unidos (eurocentrada) que nos cuentan en las escuelas, iglesias, medios de comunicación, familia, que responde a los intereses de quienes la cuentan, los españoles “nos conquistaron”, omiten claro, el borramiento de una cultura avanzada que ya teníamos, una forma de vivir, idiomas, gobernarnos y socializarnos, unas otras creencias, a cambio de la imposición de un relato hegemónico en el que se nos dejó ver como inferiores, bárbaros, adoradores del mal, seres sin alma que había que cristianizar para “civilizarnos”, omitieron decir que la resistencia de nuestros pueblos fue tal que tuvieron que matar a millones para imponerse y que fueron las armas y las cruces, el método que usaron y que vergonzosamente se sigue usando para seguir saqueándonos.

Mataron al menos a 80 millones en el Abya Yala, que era el nombre de lo que ahora conocemos como América Latina, pero otros millones también sobrevivieron, las feministas decimos “somos las nietas de las abuelas que no lograron quemar” y somos esas personas quienes ancestralmente preservamos la memoria de nuestros pueblos. Antes también se hizo arte, cantos, danzas, teatro, pintura, mimetizaron sus ritos que los colonizadores llamaban “paganos” para que la sincretización impuesta les permitiera aferrarse a sus memorias, de ahí la folklorización del arte popular, como una forma de dominio, borramiento y oficialización de una expresión cultural y artística que ya había previo a la colonia, y así seguimos los pueblos vivos, haciendo arte, recuperando sus símbolos para que sepan a las resistencias que persisten.  El cuento del “encuentro de dos mundos” no sólo es obsoleto sino que es negador de la obligación de reescribir la memoria de los pueblos para no seguirnos viendo en la inferioridad racista interiorizada que nos hace replicar el discurso dominante, como el propio.

A mi no me inquieta, ni me sorprende que HCH, ó un Wong, ó una caricatura que hace caricaturas de crítica como Banegas, ó una golpista como Johlieta, ni un señor embotado en los clásicos europeos como Jubal Valerio, o un borrego de Chano, escupan su odio, yo no tengo nada en común con ellos, ellos son los “criollos” de la época independentista, desde su pequeño poder emblanquecido utilizan lo que tienen a mano para atacar, o para distraer, lo que sea para preservar el orden de los emisarios de hace 500 años, que aunque ya murieron, sus ideas siguen vivas y estos personajes de los medios y otros poderes, las reproducen contaminando a la gente presa fácil de la interiorización de las opresiones que no reconocemos.

Me duele una igual odiante, un explotado feliz, una migrante que cree que Patria es la selección nacional de futbol y la camiseta de Ficohsa (propiedad de los Atala, asesinos de Berta Cáceres que siguen en la impunidad), me duele una persona expulsada por este modelo narcotraficador y paramilitar que tuvo que huir al norte a vivir racismo y mas explotación, la gente que no ha podido reconocer el machismo, el racismo y el clasismo que andamos dentro, me duele que crean que hay que defender, porque les representa, un texto escrito hace mas de cien años por unos señores que pertenecían a la clase encumbrada y por eso escribieron una marcha guerrerista que habla de copos de nieve donde hay trópico y playas, de indias vírgenes en vez de decir que fueron violadas por los colonizadores, de derrota y no de resistencia indígena, de ofrendar la vida por un lugar delimitado en su extensión por puros intereses económicos en la que las ganancias fueron de una Corona Real primero y que ahora son de transnacionales, y me duele que quieran preservar eso, y se inventen una treta que se trata de una decisión gubernamental, porque quieren usarme a mi para detractar a un Gobierno, que ni me va a defender tampoco porque también administran el modelo desde la idea de la superioridad blanca eurocentrada y la lógica de acumular a costa del despojo.

El concepto de Patria y de símbolos patrios son exacerbados para sostener una idea colonialista, así pensamos en un sitio geográfico con bandera, flor, próceres y un himno, con fronteras que delimitan la circulación de la gente empobrecida, pero, mundializan el modelo civilizatorio de la modernidad donde se monetiza el bien común, se militarizan los territorios para luego despojar a los pueblos de sus territorios para explotar minas, para construir represas hidroeléctricas, grandes hoteles para gente blanca, enormes megaproyectos de eólicas y fotovoltaicas que destruyen todo a su paso, vida animal, clima, plantas, agua, enormes cantidades de tierra asesinada por el monocultivo de palma, soya, caña de azúcar, y otros, extracción petrolera, para seguir traficando cocaína y otras drogas, todo en grandes dimensiones para los excesos del norte y el empobrecimiento del sur.

¿De qué Patria están hablando?, ¿Qué símbolo trastoco?, ¿el del poder?, claro que sí, el del poder y su bota aplastante que nos ve para abajo, el poder que celebra una “independencia” que no existe, el poder que sigue creyendo que los pueblos garífuna, lenca, tolupán, maya chortí, tawaka, miskito, pech, no deben ser consultados sobre qué se haga en sus territorios, o cómo gobernarse, el poder que apoya a los agroindustriales en detrimento del campesinado, el poder que militariza y criminaliza la pobreza, el poder que prohíbe que haya educación sexual para la niñez y juventud, el poder que controla nuestros cuerpos y sexualidad, el poder cisheteronormado que es odiante de las diversidades y disidencias sexuales, el poder que sexualiza de nuevo los cuerpos de las niñas y cosifica jóvenes para el morbo de viejos verdes y marchen por una independencia que durante el régimen cuestionamos y caminamos de manera paralela por tener diferencias con ese narcopartido.

El poder que todo este montón de personajes esbirros, entre mercaderes de la noticia y políticxs corruptos se han montado una campaña de desprestigio a la actual administración de la Presidenta Xiomara Castro, sacando a relucir una canción que tiene 14 años de cantarse en las calles, en actos, en ceremonias, porque me están usando a mi para sumar a esa enorme campaña de desprestigio que les financia el COHEP, la narcobanca, y las instituciones internacionales y les cuida el poder militar y clerical, que acompasan y sostienen el modelito que les sirve para seguirnos jodiendo, y con quienes pareciera la administración actual se siente más cómoda que con el pueblo, quienes con su resistencia y voto les llevó al poder.

Yo no hago política partidaria, tengo una posición crítica frente a la actual administración, como la tuve con el régimen anterior, sepan que no soy la que les sirve para su campañita de odio, yo he hecho toda mi vida política fuera de la lógica de su democracia electoral y representativa porque es parte de su gran teatro y mentira, por eso no me cabe la menor duda que todxs los que quieren que este barco se siga hundiendo y contribuyen desde sus diversos partidos políticos para que la democracia luzca a la medida de la continuidad de su modernidad, me sacrificarán, si eso les conviene.

Yo soy una trabajadora del arte, no estoy sola, cuento con el respeto de mucha gente, me lo gané con la voz, con mi canto y con mis actos, con el amor profundo con el que lucho para que un día vivamos con justicia y dignidad, sin patriarcas, sin odio, sin cisheteronorma, sin racismo y su clasismo de superioridad mestiza criolla y blanca, sin colonia.

No atento contra la seguridad pública, pero me alegra confirmar el poder del trabajo artístico, porque los pueblos estamos llamados a reconocer que el cambio es cultural, y eso es profundamente político.

Si quieren indignarse por algo, que sea porque hay narcos que son Diputadxs y les dicen “Honorables”, porque hay periodistas que dicen improperios vulgares a la Presidenta porque es mujer, y creen que aunque sea Presidenta, porque es mujer pueden decirle cualquier cosa y eso nos debe hacer pensar qué no nos pueden decir a las otras mujeres, ¿quieren indignarse y escribir en las redes sociales sobre algo realmente indigno?, Juan Orlando Hernández está en la cárcel y su cartel de narcotráfico sigue funcionando, denuncien que todos los días meten preso, o persiguen, o criminalizan, o asesinan a alguien del pueblo garífuna o lenca, o tolupán, o cualquier otro pueblo, porque cada 16 horas asesinan a una mujer, ¿quieren decir sobre algo que nos afecta al mundo entero?, mientras el modelo extractivista se extienda, sentiremos cada día mas calor, porque no se llama cambio ni crisis climática, se llama capitalismo extractivista, se llama acumulación por despojo, se llama modelo civilizatorio de la modernidad.

¿Quieren indignarse los colonizadores/explotadores y los colonizados/explotados felices?, voy a seguir cantando y caminando con la frente en alto. Termino reiterando lo feliz que me hace que esa canción, “Lampo de Cielo”, remueva los cerebros estropeados de la gente abyecta y el odio de la gente mezquina, así como los corazones y las expresiones solidarias de mucha gente que ha puesto su palabra para decir algo que contraataque las publicaciones de odio que circulan en las redes sociales y en varios medios, me alegra reiterar que hay muchas razones por las que seguir cantando y luchando, hasta la rebeldía siempre!!