Observadoras religiosas internacionales denuncian militarización y persecución para defensores en Honduras

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Una delegación de religiosas estadounidenses que ha permanecido en observación permanente durante el proceso de criminalización judicial contra líderes y lideresas del por la defensa del Rio Guapinol, denunció este domingo el hostigamiento que son víctimas los ambientalistas.

Ellos son campesinos, gente humilde y trabajadora, no son criminales como la hacen ver las autoridades. No son una banda de criminales, detalló la defensora de derechos humanos, Claire White, en conferencia de prensa ofrecida en las afueras del y juzgado de jurisdicción nacional donde desde el jueves se celebra la Audiencia Inicial, en Tegucigalpa.

White, declaró que es una vergüenza que sus impuestos sean destinados a armamento y militarización en Honduras, un país con gente noble y luchadora, tal es el caso de los hoy criminalizados del Comité ambiental por la defensa del Río Guapinol.

A continuación el comunicado

DELEGACIÓN DE ESTADOS UNIDOS DENUNCIA CRIMINALIZACIÓN Y EL PAPEL DE ESTADOS  UNIDOS

3 de marzo de 2019

La Delegación de Estados Unidos vinimos de forma urgente para observar los procesos legales en contra de los 12 defensores medioambientales, quienes han sido criminalizados por proteger el ambiente y el agua de un proyecto minero en Guapinol.

Reiteramos nuestra profunda preocupación por la estrategia de criminalización de la defensa de la vida y del medioambiente por parte del Estado de Honduras y la actuación del poder judicial y del Ministerio Público, siendo su máximo responsable el Fiscal General Óscar Chinchilla, que ha contado con el apoyo firme de la  embajada de los Estados Unidos.
Hemos sido testigos de que 12 medioambientalistas son procesados como si fueran terroristas o parte del crimen organizado.

El Estado de Honduras ha utilizado diferentes tácticas para ello, entre ellas, la aplicación de delitos como la asociación ilícita, y la jurisdicción de tribunales que juzgan a la criminalidad organizada.

También constatamos la decisión del Ministerio Público de identificar a este grupo de defensores una «banda organizada», construyendo delitos comunes graves haciendo un uso amañado de los testigos sin rostros y pruebas anticipadas, violando las garantías de los defensores.

Repudiamos que el gobierno de Honduras decida dar respuestas penales a problemas sociales, que tienen su origen en la corrupción e impunidad institucional, como es en este caso, en el que concesiones mineras ilegales y  un decreto inconstitucional que reduce la zona protegida del parque Carlos Escaleras  para poder llevar a cabo estos proyectos, han provocado daños ambientales y altos riesgos  a la vida de los defensores.

La embajada de Estados Unidos debería de estar protegiendo a los defensores y defensoras  de derechos humanos y del medioambiente,  y no  un gobierno  ilegítimo y a los intereses económicos que provocan estos conflictos, como lo confirma el apoyo público que el día de hoy la embajada ha manifestado para Corporación Dinant, cuyos dueños  son  de la misma familia  dueña de Inversiones Los Pinares y el proyecto minero de Guapinol.

* Claire White, doctorada de la universidad de Harvard, profesora y asociada de la Hermanas de San José de Boston, hija del gran luchador de los derechos humanos, el embajador Robert White.
* Pastora Kathleen McTigue, Directora del Centro de Justicia Social de la Iglesia Unitaria Universalista de los EEUU, dedicado a la defensa de los derechos humanos.